El mundo de los negocios vive momentos convulsos, momentos de profunda transformación y bien se podría decir que momentos de grandes oportunidades, especialmente oportunidades para aquellos negocios directamente de raíz tecnológica o cuanto menos para todos aquellos que sepan aprovechar todo el potencial de las nuevas tecnologías, especialmente de las TIC y concretamente las mismas con Internet en la cabeza.
Que este es un momento diferente de la historia resulta obvio, es un momento de movimientos socioeconómicos, de movimientos incluso estructurales de cómo entendemos la vida, el mundo y la forma de organizarnos, y que este es un momento por todo ello y mucho más, como otros en la historia, pero con una profundidad y velocidad en el cambio que le hace único también lo es. Pero sin duda resulta obvio que este momento es un momento ideal para los emprendedores cazadores de oportunidades.
En la antigüedad, de buen seguro, que cuando apareció la rueda, mientras muchos lloraban por el cierre o por el lento declive de sus negocios de herrajes, de carruajes, etc., muchos otros se frotaban las manos, viendo las oportunidades de negocio que la eclosión de la rueda les ofrecía. Hoy en la actualidad, la situación es la misma, sólo cambiémosle el nombre: los que ayer fueron los emprendedores de la rueda y dieron forma a múltiples negocios y empresas relacionadas directa o indirectamente con el redondo elemento, en la actualidad llamémosles emprendedores de Internet que están generando y generarán cuanto menos los negocios de éxito de todo este siglo XXI.
¿Diferencias entre los «emprendedores de la rueda» y los «emprendedores de Internet»? Ninguna, o casi ninguna, todos son cazadores de negocios, cazadores que no lloran por el fin de un modelo de negocio y saben enrolarse y aprovechar los nuevos modelos. La única diferencia quizá la podríamos encontrar en la mencionada profundidad del cambio, mientras antaño los cambios sociales a todos los niveles y científicos en todos sus estratos se producían en años e incluso décadas, en la actualidad se producen en meses o incluso días, y los mismos a nivel global.